Compasión se define como “sentimiento de pena o tristeza experimentado ante la desgracia ajena’. En Kara tenemos lo que llamamos las 4 C’s cual seguimos cuando trabajamos y servimos el duelo en nuestra comunidad. Una de esas C’s es compasión, las otras C’s son cuidado, comunidad, y conexión. Ser compasivo es sentir profundamente por otra persona a medida que experimenta los altibajos asociados con la vida.
En Kara compasión es algo que todos tenemos en común, desde cada uno de nuestros increíbles voluntarios a cada uno de mis colegas. Es algo que hace que el trabajo sea factible cuando las cosas son difíciles. La semana pasada, cuando me estaba preparando para terminar mi dia de trabajo, sonó el teléfono. Pensé en dejarlo ir al correo de voz, ya que era más allá del horario de oficina, pero estaba disponible y conteste. Por otro lado, era una individua desconsolada que, como muchos de los que han venido a Kara, acababa de sufrir la pérdida de un ser querido. Hablamos, le aconsejé sobre nuestras restricciones de servicio relacionadas con COVID.
Hablamos un poco más, escuché su dolor y sufrimiento, en ese momento quisiera haber podido entrar por el teléfono y haber podido darle un abrazo grandísimo, quería decir “lo siento mucho por tu pérdida”, pero siempre me preocupa que eso sea solo una declaración general o un cliché, pero la verdad es que si lo siento.
Después de que nuestra llamada terminó, sola en la oficina, me senté y lloré. A veces esto sucede y estoy de acuerdo con esta emoción, significa que soy humana. Rápidamente envié un mensaje de texto a mi colega y le pregunté si estaba disponible para platicar. Ella respondió “dame 5 minutos”. También sabía que si ella no estaba disponible, podría ir a la lista del personal de Kara y alguien estaría disponible para hablar. Pasaron unos minutos y nos conectamos. Hablamos, más o menos una hora. Ella me dejó compartir mis emociones, también compartí mi tristeza por la persona con la que había acabado de hablar. En platicar con mi colega sentía que su corazón sentía lo mismo que el mío. Saber que no estaba sola en mis sentimientos me trajo consuelo. Y aunque en este momento los tiempos son realmente desafiantes y no podemos servir a nuestra comunidad de la misma manera que servimos antes de COVID, esperamos que otros sepan que no están solos.
Sé que simplemente no hay palabras para aliviar el dolor cuando alguien ha experimentado la muerte de un ser querido. Pero las palabras que comparto contigo son de todo corazón. En Kara nuestros corazones están llenos de compasión por aquellos que están sufriendo. Como muchas profesiones de ayuda, a menudo escucho que debo aprender a tener límites y no internalizar el dolor de otras personas. Sin embargo, mi deseo es que nunca dejé de sentirme así, que nunca me entumezca al dolor de los demás. Ser compasivo es un regalo, un regalo que quiero compartir con otros … y cuando contesto el teléfono en Kara, espero que lo escuchen en mi voz y lo sientan, aunque sea un poquito.