por Rosario A. Puga-Dempsey

Solo puedo conocer lo que ya es y ha sido, no puedo conocer lo que será; pero puedo imaginármelo. 

Lo sé, mi cuerpo lo sabe, pero a la vez no lo conoce. A la vez no conoce este ritmo, estos cambios, esta nueva forma de hacer las cosas que año tras año se hacen. Me pregunto qué otras cosas sabemos intrínsecamente pero a la vez se sienten desconocidas?

Todo en mi al rededor son cosas que ya se pero que a la vez no conozco. Sé cómo se siente el salir a caminar al centro, pero no conocía el miedo y la preocupación que se siente al salir.

Sé que las cosas cambian y que nada es permanente, más que el amor, pero no conocía que tan rápido todo tu mundo podría cambiar.

Se lo que es trabajar de la noche a la mañana, pero no conocía el cansancio que lo acompaña.

Sé que el duelo es algo universal que todos vivimos y sufrimos, pero no conocía la realidad de la palabra ni lo que implicaba el ser “universal.”

Sé que los días y las noches pasan, sé que llegan los ciclos del año y que con eso pasan fechas especiales y celebraciones, pero no conocía que tan largos y cortos se podían sentir estos cambios.

Me doy cuenta que al final del día ni se ni conozco el mundo en el que vivo hoy y que quizá nunca lo conocía, pero me conforta el saber que quizá algún día cercano lo podre conocer y saber cómo si fuera la primera vez.