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El bienestar y Duelo

por Angélica Houston

Mi primer día como empleada  en Kara comenzó con un taller para todo el personal centrado en el bienestar. Fue increíble y una manera perfecta de comenzar un trabajo que implica ofrecer nuestro corazón y servir a los demás. Recuerdo estar sentada  allí ese día y pensar, “así, así es como lo hacemos”. Para estar completamente comprometidos en servir a los demás, primero debemos cuidarnos a nosotros mismos. A menudo escuchamos a la gente decir “no se puede servir de una taza vacía” y es muy cierto, tenemos que ser intencionales sobre nuestro bienestar antes de  poder cuidar a los demás.

Hay varias dimensiones del bienestar, por ejemplo el bienestar físico y el bienestar emocional, solo por nombrar algunas.

Cuando estamos afligidos por la pérdida de un ser querido  a menudo nos sentimos mal, desequilibrados, abrumados. El duelo  nos impacta de muchas maneras diferentes y, a veces, ni siquiera sabemos que es duelo.

En el otoño del 2017, fui una nueva estudiante transferida a la Universidad de San José, estaba emocionada y lista para empezar  mi nueva aventura como estudiante de tiempo completo. Como madre de 3 niñas, había regresado a la escuela en busca de una nueva carrera. A mitad del año, una querida amiga murió inesperadamente. Estaba devastada, pero seguí avanzando en mis clases sin darme cuenta de cómo me estaba afectando la muerte de mi amiga. Fue un semestre muy difícil, no podía concentrarme, luchaba  con problemas de memoria y en general me sentía perezosa  y deprimida. era casi imposible estudiar y retener lo que estaba aprendiendo, y  se me hacía extremadamente difícil completar las cosas. Estaba tomando una clase de natación y cuando entraba al agua, casi de inmediato me permitía llorar. Era como si me sintiera libre de llorar, libre de juicios. Dado que los demás no podían ver que estaba llorando, no tendría que explicar por qué lloraba y, por lo tanto, mi llanto no sería una carga para los demás. Es tan extraño que a veces  cuando lloramos sentimos la necesidad de disculparnos con los que están en nuestra presencia, como si llorar fuera ofensivo. Sin embargo, el dolor y la tristeza son una parte tan común de la vida, y no deberíamos sentirnos mal por hacerlo. Después de todo, el dolor es una experiencia humana que expresa cuánto amamos.

Solo estuve en SJSU durante 2 años, pero esos 2 años fueron dos años muy desafiantes. En el invierno de 2018 mi familia sufrió otra pérdida. La abuela de mi hija, Roxanne, murió después de una larga y valiente batalla contra el cáncer. Mi hija de 13 años tenía una relación muy cercana  a su abuelita   y estaba devastada. Por esta época comencé a ver a una consejera en el campus y también escuché sobre Kara a través de nuestro pediatra. Continué nadando durante mi tiempo en SJSU, y una cosa que aprendí de primera mano es que mantenerme activo me dio la energía suficiente para seguir adelante en los días en que me sentía que mis estudios encima de el duelo de mis familia era demasiado  además de todas las emociones que estábamos pasando como familia, eran demasiado para manejar.

Sin embargo, estaba aprendiendo a través de la experiencia la importancia de concentrarme en mi salud y bienestar, especialmente durante los momentos difíciles. Continué haciendo ejercicio y no me quitó el dolor, pero me ayudó a recuperarme lo suficiente, para poder levantarme al día siguiente y apoyar a mi familia  y afrontar el duelo de nuevo.

El ejercicio me ayudó a sentirme más fuerte y más capaz en momentos en los que dudaba de mí misma como estudiante y como madre. Los efectos positivos que la actividad física puede tener en nuestro bienestar es indudable. El dolor se esconderá por todo nuestro cuerpo y nos hará sentir débiles y derrotados, y a veces necesitamos sacudirlo un poco. 

Mi consejo a ustedes es: Si conocen a alguien que está sufriendo la muerte de un ser querido, invítale a dar un paseo, una caminata o tal vez incluso un entrenamiento virtual. Es posible mantener una distancia socialmente segura mientras alienta y apoya a sus seres queridos. Si está de duelo, sepa que se siente egoísta querer hacer algo por usted mismo, pero en realidad también lo estamos haciendo por los demás, porque no podemos servir de una taza vacía. Debemos cuidarnos a nosotros mismos, para poder cuidar a los demás, y saber que el autocuidado no es un capricho, es una necesidad y una gran parte de nuestro bienestar. El bienestar es más que estar libre de dolor o enfermedad, es crecimiento personal y una práctica para toda la vida. 

Digo esto porque también estoy tratando de ser intencional sobre el bienestar en mi vida. Soy un trabajo en progreso, todos lo somos.



Well-being and Grief

My first day as an employee at Kara began with an all-staff workshop focused on wellness. It was amazing and a perfect way to start a job that involves offering our hearts and serving others. I remember sitting there that day and thinking, “Well, this is how we do it.” To be fully committed to serving others, we must first take care of ourselves. We often hear people say “you can’t pour it from an empty cup” and it’s very true, we have to be intentional about our well-being before we can take care of others.

There are several dimensions of well-being, for example, physical well-being and emotional well-being, just to name a few.

When we are grieving over the loss of a loved one, we often feel bad, unbalanced, overwhelmed. Grief impacts us in many different ways, and sometimes we don’t even know what grief is.

In the fall of 2017, I was a new transfer student at the University of San José, I was excited and ready to start my new adventure as a full-time student. As a mother of 3 girls, I had returned to school in search of a new career. In the middle of the year, a dear friend died unexpectedly. I was devastated, but kept moving through my classes without realizing how my friend’s death was affecting me. It was a very difficult semester, I couldn’t concentrate, I struggled with memory problems, and I generally felt lazy and depressed. It was almost impossible to study and retain what I was learning, and I found it extremely difficult to complete things. I was taking a swimming class and when I entered the water, it almost immediately allowed me to cry. It was as if I felt free to cry, free from judgment. Since others could not see that I was crying, I would not have to explain why I was crying, and therefore my crying would not be a burden to others.

I was only at SJSU for two years, but those two years were very challenging two years. In the winter of 2018 my family suffered another loss. My daughter’s grandmother, Roxanne, died after a long and valiant battle with cancer. My 13 year old daughter was very close to her grandmother and she was devastated. Around this time I began to see a counselor on campus and also heard about Kara from our pediatrician. I continued to swim during my time at SJSU, and one thing I learned firsthand is that staying active gave me enough energy to keep going on days when I felt my studies on top of my family’s grief was too much, besides all the emotions we were going through as a family were too much to handle.

However, I was learning through experience the importance of focusing on my health and well-being, especially during difficult times. I continued to exercise and it didn’t take away the pain, but it helped me recover enough so that I could get up the next day and support my family and face the grief again.

Exercise helped me feel stronger and more capable at times when I doubted myself as a student and as a mother. The positive effects that physical activity can have on our well-being is undoubted. The pain will lurk throughout our body and make us feel weak and defeated, and sometimes we need to shake it up a bit.

My advice to you is: If you know someone who is suffering the death of a loved one, take them out for a walk, or maybe even a virtual workout. It is possible to maintain a socially safe distance while encouraging and supporting your loved ones. If you are grieving, know that it feels selfish to want to do something for yourself, but in reality we are also doing it for others, because we cannot serve from an empty cup. We must take care of ourselves, in order to take care of others, and know that self-care is not a whim, it is a necessity and a large part of our well-being. Wellness is more than being free from pain or illness, it is personal growth and a lifelong practice.

I say this because I am also trying to be intentional about wellness in my life. I am a work in progress, as we all are.

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