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Reglas del Duelo
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A View of Grief
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por Rosario A. Puga-Dempsey

Muchas veces decimos que el duelo no conoce el tiempo, que el duelo nos espera hasta que estemos listos para enfrentarlo. Y de cierta forma así es, las nociones emocionales nunca desaparecen, no se olvidan. Pensamos lo contrario porque típicamente vivimos la mayoría de nuestra existencia en el futuro o a veces en el pasado. Sin embargo, el pasado no existe, es el pesar de algo que ya fue, el futuro tampoco existe, es el deseo de algo que quisiéramos que fuera o que pensamos que debe ser. Sin embargo, nos vemos tan atrapados en estos dos lugares que muy pocas veces podemos vivir en el ahora. 

Nuestra noción del tiempo es errónea, pensamos que tenemos muy poco o demasiado tiempo. En nuestras mentes podemos vivir una eternidad, un siglo y también podemos dejar de sentir el tiempo y quedarnos pasmados en un solo tiempo.

Igual pasa con las cosas, con los lugares. Así me pasa cada vez que visito mi casa en México. Aunque han pasado décadas, sigue siendo exactamente igual que cuando yo crecí. Las calles, las personas, las casas, el ambiente…todo. Es como si estuviera dentro de un congelador. Esto me ha dado la oportunidad de revivir, recordar y volver a ser una niña cada vez que visito. Nuestro cuerpo si conoce el tiempo, si recuerda cosas que quizá nosotros conscientemente no recordábamos. Almacena las experiencias que pensamos que ya habíamos olvidado. Mi cuerpo recuerda que es durante esta temporada cuando voy a visitar ese hogar en México y lo añora. Sabe que es extraño estar en otro lugar que no sea México.

Yo creo personalmente que el duelo si conoce el tiempo y lo sabe muy bien. El duelo se transmite a nuestro cuerpo y a nuestra alma. Solo que nuestra mente a veces no quiere escuchar.